El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid (PGCM, para el 2025, presentado por el gobierno autonómico establece un incremento medio del sector educativo del 3,7%. Aumento que es claramente insuficiente además de desequilibrado por cómo se distribuye. Pero, además, en el apartado de la educación superior, el presupuesto se incrementará en un porcentaje mínimo de un 0,47%, que llega al 0,9% si contabilizamos únicamente las transferencias por gastos corrientes a las universidades públicas.

Así, según recoge el estudio del borrador de Presupuesto para el 2025 elaborado por la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, la partida total para las universidades públicas pasa de 1.116.901.468 a 1.122.369.999 euros. “Es decir, hemos pasado de un incremento del 5,84% del presupuesto de 2024 a un 0,9% en 2025”, señala la Secretaria General de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, Isabel Galvín.

Los presupuestos para el año que viene suponen que las universidades públicas sólo dispondrán de 5.468.531 millones de euros adicionales sobre el presupuesto del ejercicio 2024. El presupuesto que se está ejecutando en el presente ejercicio ha contado con 64,8 millones de euros adicionales que se han quedado muy cortos. De hecho, los rectores de las universidades madrileñas, haciendo una valoración, reclaman un incremento, haciendo una valoración muy prudente y conservadora, de 200 millones de euros, es decir, un incremento del 18% para que sea posible funcionar.

“Este insuficiente incremento del 0,9% es, en la práctica, una reducción presupuestaria solo con tener en cuenta el IPC real que, en 2024 tiene una previsión del 2,9% y para 2025 se sitúa en un 2,1%. Sin ninguna duda, el presupuesto destinado a las universidades debería compensar estos incrementos para mantener el nivel real de financiación en el año 2025. Por tanto, debería incrementarse, como mínimo, en un 5% para mantener el nivel de inversión de los presupuestos de 2024”, calcula Jesús Escribano, Secretario de Universidad de la FE de CCOO de Madrid.

“El presupuesto presentado no supone un incremento presupuestario real de la financiación de las universidades públicas madrileñas, sino que se trata de un claro retroceso en la financiación de las universidades públicas y no permiten atender las necesidades reales presentes y futuras de las universidades públicas”, afirma Galvín que continúa “esto continúa la política de abandono y desmantelamiento de la universidad pública, mientras se amplía la red de universidades privadas que ha venido impulsando cada uno de los gobiernos del PP en Madrid y que Ayuso ha intensificado”

Consecuencias de la infrafinanciación

El estudio realizado por la FE de CCOO refleja que el abandono de las universidades públicas por parte del Gobierno de Madrid se plasma en todos los ámbitos. No solo se congela la dotación de becas sino también las inversiones para obras y reformas, que se mantienen al nivel de 2018. Quedan excluidas cualquier nueva dotación o infraestructuras de relevancia. Este presupuesto condena a las universidades a un deterioro casi irreversible de sus dotaciones en infraestructuras y recursos, algo que tendrá impacto en las condiciones en las que se realiza la investigación o se imparte la docencia.

En cuanto a las transferencias corrientes correspondientes a la nominativa, que es la partida destinada al pago de los salarios de las y los empleados públicos de las universidades, el incremento real se sitúa por debajo de los incrementos salariales de aplicación en cada ejercicio. Esto va a obligar a la mayoría de las universidades a utilizar recursos propios para atender el pago de los salarios de sus empleados y empleadas. CCOO recuerda que el incremento de los salarios de las y los empleados públicos aplicado en 2024 ha sido del 2%, más un posible incremento adicional del 0,5% pendiente de concretarse a fecha 1 de enero de 2025, a lo que habría que sumar el 3,5% ya aplicado en 2023 que todavía no ha sido abonado en su integridad a las universidades.

Madrid: la última en la fila

“Llueve sobre mojado. Ya que la infradotación presupuestaria de las universidades públicas se refleja en todos los aspectos: la financiación por estudiante, el coste de los créditos, la falta de recursos para reposición y pago de docentes, investigadores y personal de administración y servicios”, dice Galvín.

Así, CCOO denuncia que Madrid es la comunidad autónoma que peor financia a sus universidades, con un 21% de gasto por estudiante por debajo de la media, pese a que su renta per cápita es un 36,5% mayor que la media nacional. Madrid es la región con mayor renta per cápita de España, seguida por País Vasco, Navarra y Cataluña. Sin embargo, Madrid estuvo a la cola en 2023 con una inversión de 5.473 euros por estudiante, frente a la media española de 6.777 euros, y muy por detrás de los 8.750 euros de Navarra. Si Madrid quisiera aparecer simplemente en la media, tendría que destinar a las universidades 1.383 millones de euros.

Madrid: donde las familias tienen que pagar más para costear la educación superior de sus hijos e hijas

El informe de CCOO muestra que la Comunidad de Madrid es la comunidad autónoma en la que las familias pagan más de matrícula. Junto con Navarra, Madrid tiene los precios públicos más elevados del país, lo que exige a las familias y al alumnado un mayor esfuerzo económico. Así, según la Estadística de Precios Públicos Universitarios Curso 2023-24 del MCIU, los precios medios más altos en primera matrícula de Grado se concentran en la Comunidad Foral de Navarra (19,29 euros), la Comunidad de Madrid (18,54 euros) y Cataluña (18,14 euros). Como contrapunto, los precios medios más bajos del crédito se encuentran en Galicia (11,70 euros), Asturias (12,34 euros), Canarias (12,5 euros) y Andalucía (12,62 euros). La situación es similar en cuanto a los estudios de Máster.

En el año 2021, último año del que ha publicado cifras el MCIU, el grado de dependencia presupuestaria de las universidades madrileñas con relación a la CM tenía el porcentaje más bajo de todas las comunidades autónomas, el 59,3%, frente a la media nacional del 64,4%.

Si en 2012 recibieron de transferencias corrientes 1.028 millones, en el Proyecto de Presupuestos de la CM para 2025 la cifra se sitúa en 1.122 millones, esto supone un incremento del 8,37%, muy por debajo de la evolución del IPC, el 26,7% según el INE a septiembre de 2024. En esos mismos doce años, los presupuestos de Madrid han pasado de 17.048 millones de euros a 27.624.

Es decir, han experimentado un incremento del 62%. Si el peso de la universidad se hubiera mantenido constante en los presupuestos, hubieran correspondido a las universidades públicas 1.665,36 millones de euros en 2024 en lugar de los 1.122,37 millones de euros aportados. Es decir, 542,49 millones más, que son más necesarios que nunca. La realidad es que las universidades públicas de Madrid reciben entre un 15% y un 20% menos de financiación que antes de la crisis en términos reales por la subida del coste de la vida.

Frente al objetivo fijado en el artículo 55.2 de la LOSU de destinar como mínimo el 1% del PIB al gasto público en educación universitaria pública en el conjunto del estado, según fuentes del MCIU, Madrid destina a sus universidades públicas únicamente el 0,4% del PIB de la comunidad, por debajo de la media nacional del 0,55%.

“Para completar este panorama desolador, todo indica que el Gobierno de Ayuso no va a firmar con el Gobierno del estado el convenio correspondiente al 'Plan María Goyri' que permitiría la incorporación de 1.091 profesores y profesoras con la figura de “ayudantes doctores” a las universidades madrileñas” denuncia Galvín. Para CCOO, como resultado de estas políticas de desinversión y estrangulamiento presupuestario, las universidades públicas madrileñas sufren un déficit crónico de financiación, que cuestiona gravemente no sólo la posibilidad de desarrollar todo su potencial y satisfacer las demandas de formación, de investigación e innovación de la sociedad en su conjunto, sino el mantenimiento de los actuales niveles de calidad en la prestación del servicio público. “La Presidenta Ayuso, con estos presupuestos, apuesta por el deterioro intencionado de sus universidades públicas que busca a su vez el fomento de las universidades privadas y con ello acabar con la Universidad Pública como ascensor social” enfatiza Galvín.

La situación es de emergencia: la modificación de los presupuestos es imprescindible

Ante esta grave situación, CCOO reclama la modificación del Proyecto de Ley de Presupuestos para 2025 y que la partida destinada a universidades públicas se incremente, al menos, 200 millones de euros, que son los reclamados por los rectores para garantizar el funcionamiento de las universidades públicas madrileñas.

Galvín remarca que “Madrid debe cumplir la Ley en aplicación de la normativa estatal, se debe empezar a implementar ya en el año 2025 la obligación legal de destinar el 1% del PIB autonómico a las universidades públicas (en la actualidad se destina el 0,4%)”.

“La propuesta de CCOO es clara: para que puedan ofrecer un servicio público universitario de calidad, las universidades públicas deben contar con una financiación que cubra el 100% de sus necesidades básicas, garantizando siempre las transferencias presupuestarias que garanticen el 100% de los capítulos I (gastos de personal, incluyendo los gastos de los planes plurianuales de estabilización de las plantillas y aquellos que se deriven de los acuerdos de negociación colectiva), II (gastos corrientes en bienes y servicios) y VI (inversiones reales)” señala Jesús Escribano

Además, CCOO propone que se defina un marco de financiación plurianual, cada cinco años, mediante la fórmula del contrato-programa o la que se pueda determinar, donde el Gobierno de Madrid reconozca como un activo a sus universidades públicas, que ahora mismo se encuentran seriamente en riesgo debido a la insuficiente financiación. Las universidades necesitan un marco estable y previsible de financiación sin tener que estar pendientes cada año de lo que digan los presupuestos.

“Hace falta crear un programa de inversiones plurianual - cada cinco años - como instrumento específico para recuperar lo perdido y financiar la dotación, el desarrollo, mejora y acondicionamiento de las infraestructuras y los equipamientos de las universidades públicas necesarios para la prestación del servicio público universitario en el Espacio Madrileño de Educación Superior”, concluye la Secretaria General de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, Isabel Galvín.